Estoy convencido de que la actuación de Daniel Ricciardo, Lewis Hamilton y Fernando Alonso fue de tal calibre que tengo miedo de quitarle lustra con esta humilde columna de opinión politemática. Espero que los lectores tengan claro que lo visto ayer está a la altura de los momentos más épicos de la historia de este deporte.
Daniel Ricciardo supo gestionar correctamente los neumáticos, la superioridad de su coche y una habilidosa conducción en una pista que tuvo unas condiciones muy cambiantes.
Lewis Hamilton salió de la parrilla en última posición. No solo eso, sino que por un pequeño incidente volvió a quedarse en el farolillo rojo durante la carrera y consiguió en tercer puesto. De esta manera consiguió una de las grandes remontadas de este circuito y, además, consiguió quedar por delante de su compañero de equipo.
Lo de Fernando Alonso fue colosal: con un coche inferior, saliendo en quinta posición y (a mi parecer) con un error en la estrategia de neumáticos del equipo Ferrari, consiguió quedar en segunda posición y robar esa posición a los dos Mercedes, que claramente son coches muy superiores al rojo. Todo eso con dos safety car y diversos accidentes de carrera. No hay palabras.
Y una de la mejor manera de comparar es ver el resultado de Kimi Raikkönen y Sebastian Vettel (sexto y séptimo respectivamente) en una carrera con muy poco brillo. En el caso del piloto alemán, su actuación estuvo marcada por ese amago de colisión espectacular contra el muro que realizó. Pero no ayudaron en demasía a sus equipos. La comparación de puntos obtenida por compañeros de equipo empieza hace tiempo que tiene claras tendencias: Alonso (115) y Kimi (27). Ricciardo (131) y Vettel (88).
Uno de los grandes perjudicados de ayer fue Valteri Bottas, quien a pesar de haber clasificado bastante arriba, se diluyó su carrera y quedó octavo. El piloto finlandés tiene fama de ser habilidoso en condiciones de lluvia, pero ayer la suerte no se alió con él. Parece que a Williams le fallaba ligeramente la velocidad del paso por curva.
Pero mucho peor lo estarán pasando por Lotus y Caterham. El año pasado la escudería gala estaba viviendo mejores momentos, y eran conocidos los accidentes causados por Maldonado y sobre todo las malas salidas de Grosjean. Hoy el equipo solo atesora 8 puntos, todos ellos conseguidos por el francés. ¿Y Caterham? Pues le falta mucha pasta y el futuro de la entidad corre peligro. Han despedido ya a 50 trabajadores de la fábrica y ya han avisado a sus pilotos (Ericsson y Kobayashi) que quizás no terminen la temporada. Al igual que en el fútbol, el reparto presupuestario de este deporte tampoco es equitativo y a la vista están los resultados.
Ahora llega el parón de verano. Hay que crear noticias y llenar páginas de periódico, por lo que yo no haría mucho caso de la rumorología que salga en agosto. Pero puede que pronto haya cierto baile de fichajes. Mi apuesta es que Fernando Alonso seguirá en Ferrari el próximo año. Escrito queda.
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