jueves, 26 de junio de 2014

Posted by Jeibros |
Se esperaba que el pasado Gran Premio fuera el de Red Bull, por ser su casa. Pero esta vez tampoco le sonrió la suerte. ¿Suerte? Cualquier científico muy escrupuloso diría que la suerte es la respuesta a un fenómeno del cual no se sabe explicar muy bien las razones. En este caso yo no le llamaría suerte a lo de Red Bull, sino que tiene toda la pinta de que Red Bull no ha conseguido realizar un coche ganador y que se adapte a todos los circuitos como sí que lo consiguió en los pasados cuatro años. Parece además que el genio del equipo, Adrian Newey, está bastante desligado del proyecto del equipo. El ingeniero inglés quiere probar otras cosas, como Le Mans o la Copa América de vela. Ahora mismo una de las grandes preocupaciones del equipo austríaco es que Newey no vaya a ningún otro equipo de Fórmula 1. Y ojo también, que la mano derecha del diseñador, Peter Prodromou, se irá a McLaren en 2015.

Red Bull aún así no parece que tenga un buen perder, y se está enrabietando y lanzando puñaladas públicas contra su motorista, Renault. A mí no me parece lo mejor. A pesar del contenido de los mensajes que se lancen, dudo que consigan algo más allá de pasar más presión al motorista francés. Con todo esto, habrá que ver si Red Bull sigue pensando en tener una carrera a largo plazo en el Gran Circo o no.

No, las estrellas de la pasada carrera para mí fueron los coches Williams, a los cuales ya les llegaba la hora de tener alguna alegría después de los problemas de financiación y resultados de los últimos años. Habrá que ver si el haber copado la primera línea de parrilla es un espejismo o no. Además, durante la carrera creo que no supieron manejar lo suficientemente bien la estrategia y que perdieron la oportunidad de haber ganado la carrera en las paradas en boxes. Aunque parece que al equipo de Sir Frank el podio de Valteri Bottas le supo a gloria. El finlandés aguantó la presión y la velocidad de sus rivales, mientras que Felipe Massa fue de más a menos durante el fin de semana. Por cierto, fue todo un detalle que Fernando Alonso fuera a abrazar a su excompañero de equipo tras haber conseguido la pole.



¿Y qué hay que decir de Ferrari? Poco bueno. Alonso hace lo que puede y ya. Eso sí, la paliza que le está dando a Kimmi Räikkönnen es espectacular. Y este también se está quejando de que Ferrari no le ha dado un buen coche este año. La noticia del equipo rojo fueron unos supuestos intercambios de impresiones bastante airadas que hubieron en Maranello el pasado lunes. Al parecer estaban Mattiacci, el manager de Alonso y el jefe. La historia tiene su origen en el siguiente detalle: al parecer, Ferrari llevó a Canadá algunas actualizaciones. Mattiacci ordenó instalar todas ellas en el coche, pero Pat Fry (jefe de chasis) decidió por su cuenta no montar todas las actualizaciones por considerarlas de elevado riesgo. Y a pesar de que no se comente mucho en los grandes medios, es más que probable que Fernando Alonso se marche a McLaren en el próximo año. Como ya se ha comentado en esta columna, llega el motorista Honda con todos sus megamillones y quiere coger un piloto ganador. Por eso, está presionando a McLaren para que convenza a un grande, y ahora mismo un grande se considera a Vettel, Hamilton y Alonso.

McLaren ahora mismo tiene a Kevin Magnussen y a Jenson Button, pero no están cosechando sus mejores resultados. Button es un piloto con gran experiencia, pero ya le queda poco que dar en esta competición. Y Magnussen comenzó prometiendo mucho en la primera carrera del Mundial, pero parece que le hace falta un poco más de tiempo. Hay quien se pregunta si McLaren subió a Magnussen demasiado rápido a la máxima categoría del automovilismo.

Bueno, pero, aparte de los acontecimientos del pasado fin de semana, mucho ánimo a Michael Schumacher y que volvamos a verle pronto.

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